miércoles, 15 de mayo de 2013

Adorar a Dios con el corazon

Aprendamos a adorar en Espiritu y en verdad



La mayoría de los cristianos están familiarizados con el verso de la Biblia en Juan 4:24, donde Jesús dijo que debemos adorar a Dios en Espíritu y en Verdad, pero ¿cuántos de nosotros realmente hacemos lo que dice?
 ¿Sabe usted cómo adorar a Dios en espíritu y en verdad? ¿Está seguro de que Dios acepta su forma actual de culto? ¿Adora usted de acuerdo con la Escritura?

El apóstol Pablo describe la verdadera adoración perfectamente en Romanos 12:1-2: “Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Lo primero que tenemos que saber es que en Juan 4 se nos dice que Dios esta buscando adoradores, no voces bonitas; El no quiere cantantes sino adoradores. Dios no esta buscando llamar la atencion de nadie n que las personas hagan de su Gloria un espectaculo personal. El quiere que entreguemos nuestro corazon; al abrir nuestro corazon y rendirlo a El, le estamos diciendo que confiamos en El, pero sobre todo que estamos agradecidos por su infinita misericordia para con nosotros.

 Agradecidos por habernos rescatado de la vida que llevábamos sin El. Una vida vacia, sin rumbo, sin Paz. Pero que sin merecerlo su Gracia nos alcanzo y nos dio una nueva oportunidad de vida. Un cambio radical, un nuevo comienzo pero agarrados de su mano; asi como le dijo a la mujer Samaritana: al que pida de esta agua dare para saciar su sed, nos dara agua que salta para vida eterna. Solo pide que nos arrepintamos, que reconozcamos que estabamos lejos de El, que renunciemos a la pasada manera de vivir y que aprendamos a vivir en su palabra....

Cual es el secreto para poder estar firme contra todo aquello que quiera apartarnos del camino de Dios, hacer lo que el Apostol Pablo decía  presentar nuestro cuerpo como un verdadero culto a Dios, renovando nuestra mente a sus pies. Así entregando nuestro mostrando agradecimiento por habernos rescatado, pidiendo la llenura su presencia en nostros para popder vivir firme y llenos de su Gracia para popder mostrar a otros el gran y perfecto amor de El para con nosotros.

Mas que pedirle, debemos darle. Cuando lo hacemos asi, recibimos de El la bendición.   
También en el pasaje es una descripción de la forma de nuestra adoración:“presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo”. La presentación de nuestro cuerpo significa darle a Dios todo de nosotros mismos. La referencia a nuestro cuerpo significa aquí todas nuestras facultades humanas, todo lo de nuestra humanidad, nuestros corazones, mentes, manos, pensamientos, actitudes, todo, debe ser presentado a Dios. En otras palabras, vamos a ceder el control de estas cosas a Él, como un sacrificio literal fue entregado totalmente a Dios en el altar.

Sólo hay una forma de renovar nuestras mentes, y es por la Palabra de Dios.  La adoración es hecha para Dios, porque Él lo merece, y para Su único placer. La adoración puede ser alabanza pública a Dios (Salmo 22:22, 35:18) en un ambiente congregacional, donde podemos proclamar a través de la oración y la alabanza nuestra adoración y gratitud a Él y lo que Él ha hecho por nosotros. La verdadera adoración se siente por dentro, y luego sale a través de nuestras acciones. “Copiando lo que otros hacen” por obligación desagrada a Dios y se realiza completamente en vano. Dios puede ver a través de toda la hipocresía, y Él lo odia. Se demuestra esto en Amos 5:21-24 como Él habla de juicio venidero.

La adoración a Dios no es solo lo que hacemos en la iglesia, si cantamos. No; es lo que estamos dispuestos a hacer para agradarle a El, para agradecerle su amor y su misericordia para con nosotros.



Quitarnos nuestras coronas es despojarnos de nuestro yo.  Despojarnos de nosotros mismos es estar frente a Dios en la verdad. 

Todo lo que hagamos hacerlo para el Señor.......

Asi que a entregarle lo mejor de nosotros; entreguemos nuestras debilidades y recibamos su fuerza y fortaleza en nuestro espíritu.







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